viernes, 18 de enero de 2008

La certeza de la inestabilidad

Nunca me había preguntado por qué, como un deseo latente que se hace evidente de pronto, emerge de mí la necesidad de escribir. No es algo meditado, es una cuestión de seleccionar un tema y encontrar un inicio. El resto fluye como una reflexión inmediata, no premeditada, que brota por primera vez y que por primera vez queda plasmada sobre la pantalla de mi ordenador, grabada en mi disco duro, repasada y finalmente exhibida bajo la máscara del coronel Kurtz.

La música siempre sonando, perpetúa compañera de mi viaje.

Mi escritura es como yo… irregular, tendente a la inestabilidad, al altibajo isobárico. No hay que darle más vueltas al asunto. Mi escritura soy yo, desdoblándome en un intento por encontrarme, por saber quien soy, siempre errático, siempre alejado de la línea recta.

El mundo a veces me supera, inevitable me bandea.

He pasado unos meses en los que la incertidumbre y el desasosiego han sido tónica dominante, meses de ansiedad que ahora, todavía, no es absurda, que queda fresca en mi memoria, como las fauces del león de mis sueños, ese que me asalta cuando estoy despierto y enfrentado a mi vida cotidiana, que cada vez lo es más. Meses de fino hilo colgado sobre el precipicio de mis acontecimientos inmediatos, de miedo de funámbulo, de futuro en blanco o negro… Y yo, que soy como un tablón arrastrado por el río de mi vida, me veo incapaz de remar apropiadamente cuando llegan los rápidos. No sé si tendría pericia de piragüista, que esquiva mientras elige la mejor ruta, porque siempre he carecido de remos y nunca lo podré comprobar. De todas formas nunca tuve demasiado firme el pulso y es quizás por eso que la naturaleza no se molestó en dotarme de embarcación más apropiada para surcar confiado la totalidad de mi río.

Y ya pasó.

Y yo me pregunto si has sentido alguna vez la lluvia, fina como el hilo del funámbulo miedoso, gratificante como un remanso tras aguas revueltas, cayendo sobre tu cabeza en un tibio día de sol.





Hace tiempo que alguien me dijo que la calma precede a la tempestad,
lo sé, es algo que sucede de cuando en cuando.
Cuando escampe, eso dicen, lloverá un día soleado,
lo sé, brillante como el agua que cae.
Me gustaría saber ¿has visto alguna vez la lluvia
cayendo en un día soleado?
Ayer, y algunos días antes, el sol fue frío y la lluvia excesiva
lo sé, este viene siendo mi camino desde el origen.
Funciona así desde siempre, atravieso el círculo, rapido o despacio
lo sé, me temo que no puedo parar.
Me gustaría saber ¿Has visto alguna vez la lluvia
Cayendo en un día soleado?

12 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y que más da?.

¡Hombre!; supongo que no serás tan inconsciente como para no poner las manos y evitar el golpe en la medida de lo posible cuando el río te empuja la piragua hacía las piedras de la orilla, aunque no puedas pararlos todos.

Pues con eso creo que es suficiente.

Mas crudo se lo veo a los que tienen remos y se ponen a remar contracorriente, porque al final les fallarán las fuerzas y al se llevarán las hostias todas juntas por ser ya incapaces hasta de desviarse de las piedras.También hay que reconocer que es posible que aparezca alguno con complejo de salmón que consiga llegar arriba.

Y los que reman a favor de la corriente y no se llevan ninguna ostia, al llegar al mar y quedarse sin obstáculos ni corrientes que seguir mirarán hacia atrás, se echarán las manos a la cabeza, y dirán: ¿pero que coño hice?, ¿qué prisa tenía por llegar?; y lo que es más jodido ¿qué voy a hacer ahora?.

Algunos darán la vuelta y les tocará remar de nuevo, pero claro, ya contra la corriente.

El resto dejará que el mar le lleve aquí y allá, mirando siempre a su alrededor buscando algo que interrumpa la monotonía, o ni siquiera eso.

¡Como envidio a Homer Simpson! ¿tendré aptitudes para llegar a alcanzar algún día su nivel de perfección espiritual?.

Aaaaaagggg, chuleeetassss (la lengua de fuera y babeando).

jejejeje

No me preguntes que es lo que quería decir, porque, la verdad, yo tampoco lo sé; la verdad verdad verdadera es que ni siquiera sé si quería decir algo, pero si alguno le encuentra algún sentido que haga el favor de hacérmelo saber; simplemente me dije: el coronel dice que coje el boli, empieza a escribir, y le salen las cosas así; voy a probar yo también. Pues eso es lo que me ha salido.

Lo que sí sé es porqué puse lo de Homer, y es porque al ver que estaba escribiendo cosas que podría parecer que tenían una interpretación, pero que no eran mas que una cadena de tópicos (o algo así) inconexos, puesss .... eso, que me he quedado lelo.

Quizá se pueda esplicar como que el río me ha pillado desprevenido, y no he sido capaz de reaccionar a tiempo para evitar el golpe contra las piedras; es igual, no es el primero; el primero ya me lo dí hace mucho tiempo, porque al principio pensabe que la misma corriente se encargaría de desviarme de la orilla; fué un golpe grande, muy grande, en toda la cabeza.

Y, ahora que lo pienso, ¿habrá tenido más consecuencias que los dieciocho puntos de sutura?. No sé; incluso ahora, que lo veo desde otra perspectiva, me pregunto también si no habría sido conveniente recoger aquella cosa grís que se salía por la brecha y volver a meterla dentro, en lugar de usarla como cebo para pescar salmones.

jejejeje

Un abrazo.

PS.- Espero que no te moleste el que se me haya dado por escribir semejante ... nosequé... en este tu blog; además, la culpa es tuya que, no sé porqué, mientras estaba leyendo tu post me pareció que me estabas diciendo: escribe, escribe

Gi dijo...

Yo también me encuentro a mí misma cuando escribo, a mis muchas mismas, algunas ni sabían que estaban en mi.
Es una suerte que ya haya pasado. Cuando le fallen los remos y se caiga en el agua, recuerde que no hay mejor tabla de salvación que ud mismo, no se aferre a otra cosa que sino se hunde con tabla y todo. Nadie mejor que uno mismo para salvarse del naufragio (aunque ud como buen coronel, acostumbrado a tiempos difíciles, debe saberlo ya)
Un beso, Kurtz

Kurtz dijo...

Bati: Eso lo resumía un querido amigo en el famoso... "Pero... ¿que coño?"
Puedes enrollarte y embrollarte cuanto quieras. A mí me gusta lo que dices y como lo dices.
Además, que te voy a contar yo a ti de tempestades, marinero.
Un abrazo

Luz: Es una forma de exorcizar algunos demonios. Gracias por el consejo. otro beso para ti.

Carlos Paredes Leví dijo...

Usted, como muchos, escribe porque es algo cat�rquico...y porque es una forma de seducir, de gustar.
o No ?
Saludos, coronel.

Juan Pablo dijo...

Por supuesto que sí Kurtz, porque como a tí, me encanta ver el arco iris.

Anónimo dijo...

Cuando aparece el arco iris es porque el sol y la lluvia coinciden en el momento.

¡Joer!, ¡como se nota que no tenéis que estar pendientes del cielo todos los p.... días!.

jejejeje

Y ya podría seguir, concretando diferentes condiciones que pueden favorecer ese fenómeno, pero me quedaré con la reflexión de que la aparición del arco iris no es más que una muestra de que lo que en un principio pueda resultar fuera de lugar, e incluso molesto por alguna parte tendrá su lado positivo.

Quizá, mientras está uno mirando para la zona soleada, se esté perdiendo el arco iris que la lluvia crea bajo el nubarrón.

Pero .....¡¿qué coño?! (si mé compráo las Raiban será pa que me se vean).

jejejeje

Un abrazo.

Gi dijo...

Kurtz: escuchaste la versión de esta canción por el glorioso Rod Stewart???

Kurtz dijo...

Carlos... lo de la catarsis dejéselo a la Sra. Mayor que necesita de limpiezas espirituales de vez en cuando. Sobre lo otro... ¿a quién no le gusta gustar y seducir?

Juanpa: Como dice Batiola, muy sabiamente, es una buena metáfora de que siempre queda algo positivo en cualquier situación.

Luz: Me gusta Rod Stewart, me parece un hortera inconmensurable (dicho con todo el cariño del mundo) y su voz resulta excelente. Su último disco de hits del rockandroll no es más que la constatación de que siempre fue más interprete que autor.
Me gusta su versión pero no la cambio por la original de Fogherty.

Abrazos de mañana de sol tibio y sin lluvia. Excelente para un buen paseo por el borde del mar... me voy con mi niña.

Mad Hatter dijo...

Qué curioso, Coronel, tú con la Creedence y yo acabo de poner a unos de sus mayores discípulos en La Rioja.
Eso, eso, que llueva que llueva, o mejor que nieve, que buena falta hace. He bajado asustado de la sierra, por el calor que hacía, con las piñas abriéndose, flores, mariposas, moscas y lagartijas ¡¡¡En Enero!!!

Anónimo dijo...

la certidumbre mata el futuro

Anónimo dijo...

Lo bueno de no haber podido leerte en casi un mes es que me he encontrado con un montón de buenos párrafos juntos. Me he desquitado, te he leido y releido, y termino llegando a la misma conclusión, suerte para nosotros de que tengas ese empuje secreto que te lanza a escribir. Creo que todos somos lo que escribimos, de una manera u otra, lo que vertemos en palabras es nuestra esencia, oculta o desnuda, a voces o en susurros, pero nosotros mismos. Un abrazo coronel y que las procelosas aguas sigan encontrándote siempre con el chaleco salvavidas puesto.

Kurtz dijo...

Mari: Me encantan tus sentencias. Eres clara y concisa. Me gusta.

Querida Funámbula: Lo bueno de escribir, también es, encontrar gente como tú, ante las que no importa dejar desnuda el alma.

Besos