Come you masters of war, you that build all the guns
You that build the death planes, you that build the big bombs
You that hide behind walls, you that hide behind desks
I just want you to know, I can see through your masks
You that never done nothin' but build to destroy
You play with my world like it's your little toy
You put a gun in my hand and you hide from my eyes
And you turn and run farther when the fast bullets fly
(Like Judas of old you lie and deceive
A world war can be won you want me to believe
But I see through your eyes and I see through your brain
Like I see through the water that runs down my drain)
You fasten the triggers for the others to fire
Then you set back and watch when the death count gets higher
You hide in your mansion as young people's blood
Flows out of their bodies and is buried in the mud
(You've thrown the worst fear that can ever be hurled
Fear to bring children into the world
For threatening my baby unborn and unnamed
You ain't worth the blood that runs in your veins)
(How much do I know to talk out of turn
You might say that I'm young you might say I'm unlearned
But there's one thing I know though I'm younger than you
Even Jesus would never forgive what you do)
(Let me ask you one question is your money that good
will it buy you forgiveness do you think that it could
I think you will find when your death takes its toll
All the money you made will never buy back your soul)
And I hope that you die and your death'll come soon
I will follow your casket in the pale afternoon
And I'll watch while you're lowered down to your deathbed
And I'll stand o'er your grave 'til I'm sure that you're dead
Lo que queda entre paréntesis no se escucha en la versión puesta
Bob Dylan, compuso esta canción en el 63 sobre una melodía de la veterana cantante folk Jean Ritchie. El tema tiene su mérito y la letra, aunque plagada de muchos de los tópicos de la época, escupe con rabia verdades como puños a la cara del sistema y contribuyó notablemente a extender, entre los jóvenes norte americanos, el sentimiento anti bélico que el conflicto en Vietnam había comenzado a levantar y que fue poco a poco afianzándose hasta convertirse en determinante en la resolución final del conflicto que no fue otra que la retirada de las tropas de territorio Vietnamita y, consecuentemente, la derrota tras miles y miles de vidas tiradas a la basura. El comienzo del fin del sueño americano.Puso letra a un sentimiento que, según sus propias palabras, flotaba en el aire... como la respuesta, supongo.
Con motivo de la guerra de Irak se produjo un tímido resurgimiento pseudo pacifista , ya olvidado, por cierto, que fue, como no, promovido espontáneamente desde los estamentos más progresistas del mundo de la farándula, en connivencia con algunos estamentos políticos, justo antes de las elecciones legislativas de 2004. Perseguian el noble objetivo de acabar con la guerra pero ganando primero las elecciones, es por ello que decidieron, en un alarde de inteligencia sin precedentes, apoyar y potenciar con sus voces la candidatura de John Kerry (¿qué habrá sido de este tipo?) y denostar sin contemplaciones la de ese demonio postmoderno que es Bush Jr, a la postre vencedor por goleada. Algunos artistas, en un intento de sensibilizar a la población en contra de una guerra que tiene muchas similitudes con la que se libró en Vietnam, realizaron versiones del tema con mejor o peor fortuna. Pero no nos engañemos, hoy son otros tiempos, ya no hay hippies, ya no hay ideales que no sean un cliché... y hasta la rebeldía es un argumento más de venta para estos nuevos estrategas del siglo XXI que son los hacedores de marketing.
Es imposible que las palabras de Dylan, aunque sea a través de los nuevos iconos musicales, no suenen a otra cosa que no sea pólvora mojada, aunque no hayan dejado de ser ciertas. Podrían utilizarse en un anuncio de Coca - Cola, si nos despistamos demasiado. "Al mundo entero quiero dar, un mensaje de amor.... tralalalala, tralalalala"
6 comentarios:
Hoy, en efecto, Rebelarse Vende.
No es que yo sea precisamente un antisistema, más que nada porque me cuesta ver un sistema, al menos un sistema planificado, o deliberadamente perverso, al que oponerme. Pero me resultarían más gratos los que sí lo son si al menos no fueran tan pijos, si no fueran tan niños de papá. Merecerían un respeto, como aquellos anarquistas de principios del siglo pasado de que no bebían ni fumaban porque pensaban que eso les corrompía y debilitaba para la lucha contra los "opresores".
La coherencia, querido Germánico, es un bien escaso.
¡¡Y tanto más cuanto más incoherente es la lucha!!...
Por cierto, me ha gustado el articulo que enlazas.
Entonces seguro que te gusta el libro.
Joder, Coronel, el otro día, en Sevilla me compré el mega recopilatorio de Dylan y, con especial cariño, escuché 3 veces seguidas esta canción que tan buenos recuerdos me trae.
No se si has tenido el`placer de oirla cantada por Eddie Vedder en el concierto homenaje a Dylan por su 30 aniversario, pero conociéndote, seguro que sí (y si no por tí, por el hermano generación X que tienes...no te chines, Germánico...jajaja!). Espectacular
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