domingo, 14 de octubre de 2007

El olor de su piel

La displicencia volvió a ocupar el espacio que le fue arrebatado, hace ya algunos meses, el día en que ella se cruzó por vez primera en el camino de mi existencia. Retornó con sigilo y fue colonizando, una vez más, los dominios perdidos. Transformó, casi al instante, su rostro amable, en un páramo de perpetuo desdén.

A partir de aquello, fue poco a poco perdiendo interés, comenzo a cerrar puertas una detrás de otra hasta que hubo en día en el que ya no mostró más condescendencia, siquiera un mínimo interés por el dolor de mi ridículo, más y más evidente según fueron pasando los días desesperados en los que apenas me dejó flanquear el umbral de su indiferencia.

Acostumbrada como estaba a coleccionar fotografías recortadas, en las que siempre faltaba alguien a su lado, de las que fríamente hubo cercenado aquello que ya no le interesó más, la escena ante sus ojos acabó por volverse grotesca, por manida y raída, por mil veces vivida. Conocía hasta la saciedad cada recodo de ese camino, cada paso tortuoso hacía el fin, cada huella marcada de anteriores tránsitos, cada sinsabor que ya no era sinsabor sino otra cosa que nada tenía que ver con el dolor o la desesperación...

…Y nada parecía perturbarle.

Su mirada, vacía de todo menos de ella misma, se clavaba pétrea en la humillación de mi decadencia de rey descabalgado, exiliado a la fuerza a un mundo de desamparo, a un lugar inexistente en el vacío de aquella única foto frente al museo del Prado en la que posábamos sonrientes, desprendidos de pudor, disfrutando de unos días de verano que ella supo siempre que caducarían con la llegada de un nuevo otoño.

Ahora, de todo aquello, sólo queda, para siempre calando mi memoria, una lluvia que golpea persistente sobre el cristal de una habitación sin ella pero impregnada del olor de su piel recién lavada…

...Y uñas de rojo intenso, cicatrizando en mi experiencia, que desfiguraron mi inocencia hasta el gesto descarnado.

…Y una foto recortada dentro de en un álbum desgastado de tanto uso.


10 comentarios:

Peggy dijo...

Epoca de desamor se cierra el ciclo ...empezara otro pronto , es asi :)

Germánico dijo...

No hay muro más intraspasable ni más duro que la indiferencia femenina.

Como decía Loquillo: "si no sientes sus uñas clavadas sobre tu piel sabrás como se pierde a una mujer".

Ay...SNIF

Uno la mandaría a la mierda si no fuera porque sabe que le iba a dar igual...o que incluso se alegraría.

Kurtz dijo...

Suele ser así, Peggy. el texto es un ejercicio de literatura (o un intento de...). Nada que ver conmigo

Kurtz dijo...

Germánico, estoy de acuerdo contigo y con Loquillo (probablemente Sabino Mendez y no loquillo)

Germánico dijo...

Mis problemas con las mujeres es de las pocas canciones que no compuso Sabino. Es de Sergio, usease, Loquillo.

Anónimo dijo...

Coronel me ausento unos días y a la vuelta le veo más melancólico de lo esperado. Permítame que le de la enhorabuena doblemente, pues si el texto era tan sólo un ejercicio de estilo ha captado sobradamente el desamor y el vacio. Aunque supongo que en algún momento de la vida todos hemo pasado por situaciones asi o parecidas, ¿quién no ha perdido el corazón y la verguenza por amor? Yo reconozco que si. Lo dicho bellisimo texto y la canción... pues que voy a decirle, ¡la pera!

k dijo...

Lo que delata que no es vivido es más bien el punto de vista. El narrador no sufre, sino que entiende, lo que ha ocurrido, lo que aporta cierta frialdad, elimina el desgarro que debería transmitir el texto si lo hubiera escrito alguien que acaba de vivirlo. A no ser, tal vez, que el tiempo ya hubiera cicatrizado esa herida... A mí me da la sensación de que lo ha escrito más bien "ella", si usted me entiende, intentando ponerse en el lugar del otro por un momento.

Kurtz dijo...

Ladydark. Todos acabamos teniendo sedimentos´y cicatrices.
La melancolía del texto está inspirada por la música que adjunto, con esa trompeta de desgarro que introduce una voz sensual de mujer fatal. Summer time and the livin' is easy. Me alegro que te gustara.

Kurtz dijo...

K. Estoy de acuerdo contigo en que el texto carece del desgarro de lo inmediatamente vivido. Hay una confusión de tiempos. Si quito del primer párrafo la frase entre comas, "hace ya algunos meses", creo que se soluciona porque da una perspectiva más distante temporalmente. Gracias por tu comentario.

Kurtz dijo...

K, por cierto... bienvenida.